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La fiebre ‘healthy’ impulsa conceptos monográficos

¿Márketing, postureo gastronómico o respuesta a una demanda real? El reclamo saludable es un motivo que cada vez pesa más entre una parte relevante de la clientela de hostelería a la hora de escoger un local como destino para comer o cenar. Surgen adjetivos como orgánico, ecológico, natural, biodinámico, sostenible, veggie, toxic free y, de paso, artesanal, que, salvo por etiquetas oficiales que avalen los productos, pueden generar dudas: parece complicado que un comensal tenga garantías plenas sobre lo que está comiendo a través de la carta de un restaurante, por mucha información que esta ofrezca.

Fiable o no, lo ligero es tendencia o, mejor dicho, realidad. La tesis saludable también está marcando algo tan cotidiano como el formato del menú del día con fórmulas planteadas como alternativas y/o complementarias al mismo, como un plato único saludable, con una suma equilibrada de vegetales, proteínas e hidratos de carbono.

La fiebre del poke hawaiano

Como derivada del formato bol, otra tendencia (o, quizás, simplemente moda puede que con fecha de caducidad) es el poke (en ocasiones, tildado, como poké), receta de origen hawaiano, importada (posiblemente, vía surfers) a Estados Unidos, donde uno de sus más fervientes fans es Barack Obama. Concebido como un plato saludable, se sirve en un bol como la suma de pescado crudo marinado, cortado en tacos o rectángulos, con toppings como vegetales y algas y con base de arroz u otro cereal, como la quinoa.

Se puede probar en restaurantes Aloha Poké, en Madrid. Y, a través de aplicaciones como Glovo, el poke, "plato tradicional hawaiano que cada vez más está causando furor en España", se sitúa entre los cinco de productos más pedidos en Barcelona, Málaga y Madrid.

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